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VICTOR EMIL FRANKL (1905 - 1997)

PENSADOR CERCANO AL CATOLICISMO

 

 

Frankl fue un neurólogo y psiquiatra austriaco, fundador de la Logoterapia. Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. A partir de esa experiencia, escribió el libro El hombre en busca de sentido.

 

"Hay dos razas de hombres en el mundo y nada más que dos: "raza" de los hombres decentes y la de los indecentes. Ambas se encuentran en todas partes y en todas las capas sociales. Nosotros hemos tenido la oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que ninguna otra generación. ¿Qué es en realidad el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. Es el ser que ha inventado las cámaras de gas, pero, asimismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme musitando una oración."  Esta afirmación deja sentir el ambiente vivido en los campos nazis. Pero  en 1946 aseveró una sentencia que define muy bien a Viktor: " A un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias, la elección del propio camino."

 

Viktor nació de una familia de origen judío. Cuando era estudiante universitario, se vio envuelto en organizaciones juveniles socialistas, y empezó a interesarse en la psicología. Estudió medicina en la Universidad de Viena y se especializó en neurología y psiquiatría.

Desde 1933 hasta 1937 trabajó en el Hospital General de Viena. De 1937 a 1940 practicó la psiquiatría de forma privada. Desde 1940 hasta 1942 dirigió el departamento de neurología del Hospital Rothschild (único hospital de Viena donde eran admitidos judíos).

 

En 1941 se casó con Tilly Grosser. En 1942, junto a su esposa y a sus padres, fue deportado al campo de concentración de Theresienstadt. En 1944 fue trasladado a Auschwitz y posteriormente a Kaufering y Türkheim, dos campos de concentración dependientes del de Dachau. Fue liberado el 27 de abril de 1945 por el ejército norteamericano. Viktor sobrevivió al Holocausto, teniendo 40 años de edad, pero su esposa y sus padres fallecieron en los campos de concentración. Y ante tanta experiencia deshumanizante llegó a decir que: "El amor trasciende la persona física del ser amado y encuentra su significado más profundo en su propio espíritu, en su yo íntimo."

 

Tras su liberación, regresó a Viena. En 1945 escribió su famoso libro El hombre en busca de sentido, donde describe la vida del prisionero de un campo de concentración desde la perspectiva de un psiquiatra. En esta obra expone que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual. Esta reflexión le sirvió para confirmar y terminar de desarrollar la Logoterapia, considerada la Tercera Escuela Vienesa de Psicología, después del Psicoanálisis de Freud y de la Psicología individual de Adler. Siendo muy joven, había mantenido relación epistolar con Freud, quien le publicó algunos de sus escritos, pero muy pronto abandona la escuela psicoanalítica y se orienta hacia la Psicología individual de Adler, de quien se apartará también junto con Schwarz y Allers (de quienes fue discípulo), por diferencias doctrinales. Es innegable que Oswald Schwarz y Rudolf Allers tuvieron una influencia bien acendrada en el creador de la logoterapia. También influencio Max Scheler en el pensamiento de Viktor con su libro “Formalismo en la ética”.

 

Liberado de su cautiverio, su “experimentum crucis” y que supuso tener que aprender a ser hombre de nuevo, de una manera radical, un tiempo después en 1947,contrajo matrimonio con una enfermera católica que trabajaba en el Policlínico de Viena, Eleonore Katharina Schawindt.

 

Poco antes de la Navidad de 1945, Frankl llamo  a tres secretarias y pidió que tomaran nota de algo importante que quería expresar, y así durante 9 días, entre lagrimas fue dictando el testimonio de sus experiencias en los campos de concentración. Así escribe su primer libro que salió a la venta con el nombre de “Un psicólogo en el Campo de Concentración”, el que en una primera edición su publicó anónimamente, luego se publica con su firma y el nombre del libro es “El hombre en busca del sentido”

 

Viktor Emil dirigió la policlínica neurológica de Viena hasta 1971. En 1949 recibió el doctorado en Filosofía. En 1955 fue nombrado profesor de la Universidad de Viena. A partir de 1961, Frankl mantuvo cinco puestos como profesor en los Estados Unidos en la Universidad de Harvard y de Stanford, así como en otras como la de Dallas, Pittsburg y San Diego. Obtuvo el premio Oskar Pfister de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, así como otras distinciones de diferentes países europeos.

 

Frankl enseñó en la Universidad de Viena hasta los 85 años de edad de forma regular y fue siempre un gran escalador de montañas. Anteriormente, a los 67 años, había conseguido la licencia de piloto de aviación.

Publicó más de 30 libros, traducidos a numerosos idiomas, impartió cursos y conferencias por todo el mundo, y recibió 29 doctorados Honoris Causa por distintas universidades, entre ellos, uno de la universidad guatemalteca Francisco Marroquín, institución que también le honró con la clínica de psicología que lleva su nombre.

 

La adversidad que la vida le mostró a Viktor no fue motivo para "tirar la toalla" y eso se pone de manifiesto cuando afirmó: "Es esa libertad espiritual que no se nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido y propósito."

Posee una amplia obra escrita como se advierte en el listado siguiente:

Psicoterapia y existencialismo: escritos selectos sobre logoterapia, Herder

La presencia ignorada de Dios: logoterapia y demás conceptos, Herder

 Ante el vacío existencial: hacia una humanización de la psicoterapia, Herder

 En el principio era el sentido: reflexiones en torno al ser humano, Paidós Ibérica

 El hombre doliente: fundamentos antropológicos de la psicoterapia, Herder

 El hombre en busca del sentido último: el análisis existencial y la conciencia espiritual del ser humano, Paidós Ibérica

 La idea psicológica del hombre, Rialp

 Logoterapia y análisis existencial, Herder

La psicoterapia al alcance de todos: conferencias radiofónicas sobre terapéutica psíquica, Herder

Psicoterapia y humanismo. ¿Tiene un sentido la vida?, Fondo de Cultura Económica de España Teoría y terapia de las neurosis, Gredos

La voluntad de sentido: conferencias escogidas sobre logoterapia, Herder

Frankl, Viktor Emil; Lapide, Pinchas: Búsqueda de Dios y sentido de la vida: diálogo entre un teólogo y un psicólogo, Herder

 Lo que no está escrito en mis libros. Memorias, Editorial San Pablo

Sincronización en Birkenwald. Editorial San Pablo

Las raíces de la Logoterapia. Escritos juveniles 1923 - 1942. Recopilación a cargo de Eugenio Fizzotti. Editorial San Pablo

La psicoterapia en la práctica médica. Una introducción casuística para médicos. Editorial San Pablo

Fundamentos y Aplicaciones de la Logoterapia. Editorial San Pablo

El hombre en busca de sentido. Editorial Herder

 

Sus 32 libros sobre análisis existencial y logoterapia han sido traducidos a 26 idiomas

 

La Logoterapia es una teoría que se centra en el sentido de la existencia humana y en la búsqueda de ese sentido por parte del hombre, la logoterapia comprende  un método menos introspectivo y menos retrospectivo, esta se enfoca  hacia el futuro, hace énfasis en el sentido y los valores, rompiendo así dispositivos  de retroalimentación, para propiciar el desarrollo de las neurosis. Esta es una terapia que busca en la dimensión espiritual del hombre para usarla en favor de la acción terapéutica.

 

Cuando comparamos a Frankl con Freud y Adler, podemos decir que en los postulados esenciales de Freud, (éste consideraba que la pulsión de placer era la raíz de toda motivación humana) y Adler (la voluntad de poder), Frankl, en contraste, se inclinó por la voluntad de sentido.

 

Una de sus metáforas favoritas es el vacío existencial. Si el sentido es lo que buscamos, el sin sentido es un agujero, un hueco en tu vida, y en los momentos en que lo sientes, necesitas salir corriendo a llenarlo. Viktor sugiere que uno de los signos más conspicuos de vacío existencial en nuestra sociedad es el aburrimiento. Puntualiza en cómo las personas con frecuencia, cuando al fin tienen tiempo de hacer lo que quieren, parecen ¡no querer hacer nada!. La gente entra en barrena cuando se jubila; los estudiantes se emborrachan cada fin de semana; nos sumergimos en entretenimientos pasivos cada noche; la neurosis del domingo, le llama.

 

¿Cómo hallamos nuestro sentido?. Frankl presenta tres grandes acercamientos: el primero es a través de los valores experienciales, o vivenciar algo o alguien que valoramos.   La segunda forma de hallar nuestro sentido es a través de valores creativos, es como "llevar a cabo un acto", como dice Viktor.  La tercera vía de descubrir el sentido es aquella de la que pocas personas además de Viktor suscriben: los valores actitudinales. Estos incluyen tales virtudes como la compasión, valentía y un buen sentido del humor, etc. Pero el ejemplo más famoso de Viktor es el logro del sentido a través del sufrimiento.

 

No obstante, al final, estos valores actitudinales, experienciales y creativos son meras manifestaciones superficiales de algo mucho más fundamental, el suprasentido.  El supra-sentido es la idea de que, de hecho, existe un sentido último en la vida; sentido que no depende de otros, ni de nuestros proyectos o incluso de nuestra dignidad. Es una clara referencia a Dios y al sentido espiritual de la vida.

 

Falleció ,en Viena, el 2 de septiembre de 1997, dejando a su esposa, Eleonore y a una hija, la Doctora Gabriele Frankl-Vesely.

 

 

RECOPILACIÓN EFECTUADA A PARTIR DE:

http://es.wikipedia.org/wiki/Viktor_Frankl

http://www.iclogoterapia.com/index.php?option=com_content&view=article&id=49:viktor-frankl

http://www.psicologia-online.com/ebooks/personalidad/frankl.htm

http://www.casaviktorfrankl.com/

http://www.xoroi.com/frankl.htm

 

 

 

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