La madre de Jesús merece un lugar especial en nuestro corazón. Los temas aquí tratados reflejan a María desde diferentes ángulos. ¿Por qué desde diferentes ángulos? Porque María abarca las siguientes adjudicaciones:
María esclava del Señor
María es la primera cristiana
María modelo de fe y obediencia
María es hija de Dios Padre
María es Madre de Dios Hijo
María es sagrario del Espíritu Santo
Virgen y Madre
"Todas las generaciones me llamarán Bienaventurada, porque ha hecho en mi maravillas el Poderoso". Lucas 1, 48-49.
María es hija predilecta del Padre, madre de Dios Hijo, sagrario del Espíritu Santo. Nuestra devoción se dirige a imitar sus virtudes, nuestro culto a proclamar las maravillas que en ella ha hecho el Todopoderoso.
Si no es Madre del Hijo de Dios, ¿cómo es que da a luz al varón que se sienta junto al trono de Dios? Si no es Reina, ¿cómo es que está coronada? Si está muerta, ¿cómo es que aparece viva? Si no fue asunta a los cielos, ¿cómo es que aparece en el cielo? Si no es la llena de gracia, ¿cómo es que está vestida por el Sol de Justicia?
Los padres de María, según la tradición, fueron Joaquín y Ana. María fue judía, educada en la lectura de los libros santos y en la obediencia a la ley de Dios. María hizo voto de virginidad. Se desposó con José estando ambos de acuerdo en permanecer vírgenes por amor a Dios. Un ángel del Señor se le apareció y le comunicó que el Espíritu Santo descendería sobre ella, y que de ella nacería el Hijo de Dios (Lc. 1, 35). María aceptó con estas palabras: "Hágase en mí según tu Palabra", y en aquel instante Jesús fue concebido en su seno.
Sin embargo el culto a María que es de Hiperdulía no debe opacar el culto a Jesús que es Dios, al que le corresponde culto de adoración
Septiembre 2017
Nican Mopohua en Náhuatl
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