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Papas Santos de la Iglesia No somos seres humanos con una experiencia espiritual, somos seres espirituales con una experiencia humana. Pierre Teilhard de Chardin

SAN AGAPITO I

Papa de 535 a 536

 

Agapito nació en Roma pero se desconoce la fecha. Fue papa casi por un año y falleció en Constantinopla. Fue el papa número 57 de la Iglesia católica

Agapito fue hijo de un sacerdote llamado Gordianus que fue asesinado durante las revueltas que sufrió Roma en tiempos del papa Símaco. Desempeñó los distintos grados del ejercicio sacerdotal en las iglesias de San Juan y San Pablo, colaborando con Cassiodoro en la fundación en Roma de una biblioteca eclesiástica de autores griegos y latinos y en un proyecto en Vivarium para traducir los filósofos griegos al latín.

Su primer acto oficial fue quemar, en presencia de la asamblea del clero, el anatema que su antecesor Bonifacio II había pronunciado en contra de su rival Dióscoro, y que había ordenado que fuera conservado en los archivos romanos.

Agapito condenó los cismas de los acemetas y nestorianos, y se negó a que los herejes reconciliados conservasen sus cargos y beneficios como quería el emperador Justiniano.

 

También prohibió a los obispos de las Galias vender los bienes de sus iglesias, aun en caso de extrema necesidad.

Hizo un viaje a Constantinopla por orden de Teodato, rey de los godos, para disuadir al emperador de llevar la guerra a Italia, pero no lo pudo conseguir, y estuvo a punto de ser desterrado por no contemporizar con las exigencias de Justiniano.

Agapito I trabajó enérgicamente para que los obispos fuesen elegidos libremente por el clero de la ciudad y se respetase la dignidad de la Iglesia. Enviado a Constantinopla por Teodorico, rey de los ostrogodos, ante el emperador Justiniano confesó la fe ortodoxa, ordenó a Menas como obispo de aquella ciudad y falleció en 536.

 

Al muy poco tiempo de ser elegido tuvo que encararse con un problema serio: Belisario, general de Justiniano, había entrado en Italia para luchar contra los Godos de Teodato, con la intención de volver a someter la península a la jurisdicción de Constantinopla. El rey godo pidió al papa Agapito que intercediera con Justiniano para que éste desistiera de su propósito. Se embarcó en pleno invierno con cinco obispos y un séquito imponente. En febrero del 536, apareció en la capital del Este y fue recibido con todos los honores que convienen a la cabeza de la Iglesia Católica. Agapito fue a Oriente pero no obtuvo nada. Sin embargo su atención se centraba en problemas de otro tipo.

 

Papa, San Agapito I, escudoDesde el punto de vista eclesiástico, la visita de Agapito a Constantinopla marcó un triunfo escasamente menos memorable que las campañas de Belisario.

 

Antimo, ocupaba la Sede Bizantina, quien sin la autoridad de los cánones había dejado su sede episcopal en Trebizond. El papa Agapito I, en su visita a Constantinopla, lo consagró para sustituirlo ya que era monofisita y para combatir con algunos origenistas que estaban por la zona. La Emperatriz Teodora, intrigaban para socavar la autoridad del Concilio de Calcedonia e hizo sentar a Antimo en la sede patriarcal.

Llegado el Papa, la mayoría prominente del clero mostró cargos en contra del nuevo patriarca, como un intruso y un herético. Agapito le ordenó hacer una profesión escrita de la fe y volver a su sede abandonada; sobre su negativa, rechazó tener cualquier relación con él.

 

Esto exasperó al Emperador, que había sido engañado por su esposa Teodora en cuanto a la ortodoxia de su favorito, llegando al punto de amenazar al Papa con el destierro. Agapito contestó con el espíritu: "Con anhelo ansioso vengo a mirar hacia el Emperador Cristiano Justiniano. En su lugar encuentro a un Dioclesiano, cuyas amenazas, sin embargo, no me aterrorizan." Este atrevido lenguaje hizo que el emperador tomara una pausa. Finalmente convencido de que Antimo era poco sólido en la fe, no hizo ninguna objeción al Papa para deponer y suspender al intruso, y, por primera vez en la historia de la Iglesia, consagrar personalmente a su sucesor legalmente elegido, Menas, católico, con la aprobación del mismo Justiniano. Pero Agapito murió de repente, el 22 de abril de 536, en el momento de salir hacia Roma. Sus restos fueron introducidos en un ataúd y llevados a la Ciudad Eterna, siendo depositados en la Basílica de San Pedro.

 

Los orientales no olvidaron pronto este memorable ejercicio de la prerrogativa papal, que, junto con los latinos, veneran al papa Agapito como un santo.

 

 

SAN SILVERIO

Papa de 536 a 537

 

Silverio nació en Frosinone, desconociendo la fecha y murió desterrado en Palmarola, 11 de noviembre de 537 y fue el sucesor del papa Agapito.

 

Silverio fue hijo legítimo del papa Hormisdas, que fue pontífice en 514-523 y que había estado casado antes de ser ordenado sacerdote; Silverio era subdiácono en Roma cuando el papa Agapito I falleció mientras se encontraba en Constantinopla.

 

Se decía que Silverio había obtenido su pontificado merced al favor del rey Teodato, lo que fue aprovechado por su rival Vigilio para desprestigiarlo ante el emperador, al que convenció de que Silverio iba a entregar la ciudad a los godos. Silverio se encontró con el rechazo del emperador Justiniano I quien, influenciado por la emperatriz Teodora, quería sentar en la Sede Papal a Vigilio más cercano a las ideas monofisitas de la emperatriz y que se encontraba en ese momento en Constantinopla.

 

Se hicieron unas falsas cartas de Silverio, y Teodora creyó a pies juntillas que los godos iban a invadir la ciudad; envió a Roma a Belisario con el encargo de que el Papa condenara el Concilio de Calcedonia, y recibiera en comunión a Antimo. Como Silverio defendió su inocencia, y se negó a aceptar tales condiciones, fue desterrado a la Palmarola, cerca del Ponto, donde sufrió innumerables vejaciones, trabajos y hambre, sin que su entereza flaqueara un ápice. Quedó así la sede vacante para el usurpador Vigilio que, sin embargo, no fue aceptado por el pueblo ni por el clero hasta que murió Silverio. La Iglesia le otorgó la corona del martirio el 20 de junio.

 

Ahondando más en el problema entre Teodora y Silverio: El general ostrogodo Vitiges, posterior rey, queriendo tomar Roma, llegó hasta las afueras y las arrasó.  En la ciudad, Silverio y los miembros del senado, para evitar la catástrofe, abrieron sus puertas a un enemigo de los ostrogodos, el guerrero bizantino Belisario; y entonces se le presentó a Teodora su oportunidad. Primero se valió de la astucia: fraguó una carta en la que el Papa Silverio aparecía como un traidor en tratos con los godos y la hizo circular. Sin embargo, aquella estrategia fracasó y, entonces, la emperatriz recurrió a la violencia: Silverio fue secuestrado y conducido hasta Patara de Licia, en el Asia Menor. Al día siguiente del rapto, Belisario, presionado por su esposa Antonina, proclamó Papa al diácono Vigilio el candidato designado por la emperatriz Teodora. Así dio principio un período funesto para el papado.

 

Finalmente Vigilio  fue el papa 59 de la Iglesia católica, de 537 a 555. Pertenecía a una noble familia romana, fue nombrado diácono en el 531 y acompañó al papa Agapito I a Constantinopla en el año 536, lo que le permitió entablar amistad con Teodora, la esposa del emperador bizantino Justiniano I y una seguidora de la doctrina monofisita.

Después  de Silverio en Roma hubo varios papas que no fueron canonizados hasta que en 590 llegara a la sede de Pedro San Gregorio Magno.

 

 

 

TOMADO DE:

http://es.wikipedia.org/wiki/Silverio

http://ec.aciprensa.com/wiki/Papa_San_Silverio

http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=silverio-papa-y-santo

http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=4389

http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=agapito-i-papa-y-santo

http://ec.aciprensa.com/wiki/Papa_San_Agapito_I

http://es.catholic.net/op/articulos/35993/cat/214/agapito-i-santo.html

http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=silverio-papa-y-santo

http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=4389

 

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