Iglesiaehistoria.com

 ¿QUIÉN ES EL PAPA FRANCISCO, PROFETA PEREGRINO Y PASTOR BUENO?

 

-P. Prisciliano Hernández Chávez, CORC.

 

Este profeta peregrino  y buen pastor vino de lejos. Nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina. El contexto mundial pone en evidencia su estilo, identidad y visión, llena de esperanza, de concordia y de paz. Contexto  bajo la tormenta de la II Guerra Mundial, cuando el Nacional Socialismo pretendía imponer el dominio de la mente única. Muertes de millones de seres humanos de diversas naciones, incluido el genocidio de judíos, gitanos, polacos y asesinatos de sacerdotes católicos, como San Maximilian Kolbe o de teólogos opuestos al sistema nazi como Dietrich Bonhoeffer, quien escribió entre otras obras “El Precio de Ser Discípulo”. Ordenado sacerdote en 1969, cuando contaba 33 años de edad como miembro de la Compañía de Jesús. Cercano siempre a los pobres y abandonados. Fue Provincial de los Jesuitas durante la dictadura militar de Videla. Consagrado obispo en 1992, año de los 500 años del descubrimiento de América y principio de su evangelización, con más luces que sombras, año de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM) en Santo Domingo. Creado cardenal a los 64 años, Sucesor del Papa Benedicto XVI, el Papa Teólogo, sabio, humildísimo, sonriente y de mirada contemplativa. El 13 de marzo, después de un cónclave brevísimo, iniciado el día anterior, a las 7.30 de la noche se pudo observar el “humo blanco”, signo expresivo del final exitoso de la votaciones: “habemus Papam”, tenemos Papa, Obispo de Roma y Soberano del Estado Vaticano, minúsculo Estado, para salvaguardar la independencia y la libertad del Pontífice de cara a su misión pastoral. Mario Jorge Bergoglio, tomó el nombre con el cual es conocido en el mundo entero: “Franciscus”, Francisco. Siendo jesuita, educado y formado en la espiritualidad de San Ignacio, sin dejar de serlo en su alma y en su corazón, san Francisco, el hermano universal ha sido su inspiración en su ministerio como Sucesor de Pedro y Vicario de Cristo en la Tierra: pobre como San Francisco, humilde como San Francisco, proclama la inmediatez del Evangelio sin glosas como San Francisco; hermano universal y amante de la creación, como San Francisco. El primer papa jesuita y el primer hermano latinoamericano, que habla nuestro idioma y vibra con nuestro ser guadalupano: “el mensaje de la Virgen de Guadalupe, es mi mensaje y el mensaje de toda la Iglesia”, así lo afirmó en unas palabras en videoconferencia para un Congreso Internacional Guadalupano celebrado en México. Ha preferido vivir en “Santa Marta”, casa de los huéspedes del Vaticano, que en el Palacio Apostólico, residencia oficial de los Papas. Ha canonizado a 838 cristianos católicos, dentro de las cuales se encuentran 813 de Otranto del sur de Italia, martirizados por los turcos otomanos porque se negaron convertirse al Islam; Además a Pedro Fabro compañero de San Ignacio, José Achieta S.I., nuestro Junípero Serra y a Louis Martin y Marie-Azélie Guérin, papás de Teresita de Jesús, entre otros. Su escudo papal de fondo azur con el predominio central del emblema de la Compañía de Jesús, el sol en llamas en cuyo interior se encuentra el cristograma I de Iesus, H de Hominum, S de Salvator (Jesús Salvador de los hombres, o puede ser Jesus, Hombre, -en caso de que sería Homo-, Salvador, en cuyo centro está una cruz potenzada en dirección a su base se encuenran los tres clavos de Jesús  Crucificado; en la parte izquierda inferior, la estrella de ocho picos que simboliza a la Santísima Virgen María. En la contraparte derecha la flor de nardo que simboliza a san José en la iconografía hispánica. En lugar de la tiara papal, conservó su mitra de obispo con tres bandas doradas que evocan el orden episcopal, la jurisdicción y el magisterio, franqueada por las llaves del Reino de los Cielos, de oro y de plata, símbolos de la suprema potestad papal. El lema “miserendo atque eligendo”, comentario epigráfico de San Beda el Venerable, monje inglés, benedictino e investigador (672-735) , ante el pasaje de la elección de Leví, recaudador de impuestos quien sería San Mateo Evangelista y Apóstol, traducido literalmente sería “teniendo misericordia y eligiendo”; son gerundios, que al Papa Francisco el primero le hubiera gustado traducir como “misericordiando” como lo indica en la entrevista de Andrea Tornielli publicada recientemente como “el Nombre de Dios es Misericordia”; pero no existe en castellano; en traducción elegante podría ser del genio de un idioma al genio de  otro idioma, como decía Santo Tomás: “lo miró con misericordia y lo eligió”. Lema clave de todo su ministerio episcopal y ahora papal. En dos años de su pontificado, nos ha dado cuatro documentos magisteriales: “Lumen Fidei”, cuyo contenido principalmente fue desarrollado por el Papa Benedicto XVI, como el mismo Francisco lo reconoce; “Evangelii Gaudium”, documento que pone de manifiesto su visión y praxis pastoral actualizada y concreta ; “Misericordiae Vultus”, con el cual anuncia el Jubileo Extraordinario de la Misericordia y “Laudato Si”, canto y defensa de la obra de Dios Creador, hogar común, su visión cristiana-ecológica. En este corto tiempo de su pontificado ha realizado visitas pastorales, a Brasil, Israel, Jordania, Palestina, Corea del Sur, Albania, Francia, Turquía, Sri Lanka, Filipinas, Bosnia y Herzegovina, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Cuba, Estados Unidos, Kenia, Uganda, República Centroafricana y ahora a México (12-17 de febrero de 2016). En una visión panorámica de su pontificado, podríamos distinguir perfectamente lo sobresaliente de su forma de ser y de actuar: , misericordia, humildad, opción por los niños, los pobres, los menesterosos y los migrantes; el diálogo interreligioso, iglesia sin aduanas, disminución de protocolos y formalidades, rechazo a la autorreferencialidad.  Este Profeta Peregrino y  Pastor Bueno, -el Buen Jesús en la Tierra-, es un joven alegre y feliz de 79 años, que  atrae a las multitudes, no solo de cristianos, sino de todo tipo de personas, por su estilo franco, respetuoso y cordial;   hace vibrar de amor, hace comprensible el gozo del Evangelio, hace cercano a Jesús. Si el Papa San Juan XXIII escribió en su Diario que el Vatiano II era un Concilio para limpiar el polvo imperial que se le acumuló a la Iglesia a través de los siglos, este Santo Padre Francisco ha tomado la escoba y el recogedor, en la aplicación plena del Concilio. Viene a México como peregrino, para gustar  la riqueza de fe que tenemos los mexicanos; esa riqueza del corazón , porque nos gloriamos de tener una Madre mestiza que forjó nuestro pueblo en la esperanza. Ante la Virgen de Guadalupe, siente el calor de hogar, caricia, una ternura que quita el miedo, que experimentamos los mexicanos y todos los hijos de otras tierras que se acercan a Santa María de Guadalupe. Nos pide “permiso” para estar un ratito con nuestra Madre. Este es  el nivel máximo de la ternura, de empatía, del respeto y de valorar la fe nuestro pueblo sencillo amado por la Virgen, vapuleado por el crimen, la corrupción y el laicismo. Este profeta peregrino y buen pastor, nos señala la salida a la paz, al amor, a la comunión, alma de nuestra  grandeza y pequeñez: La Santísima Virgen de Guadalupe. Esta actitud y estas palabras llenas de comprensión y afecto, ya son acontecimiento de su cercanía y de amor. El Profeta Peregrino y Pastor Bueno, resulto ser Padre, Hermano y Amigo. Con ninguna Nación visitada hasta ahora, ha tenido esa cortesía del corazón y esa confidencialidad. Gracias Santo Padre Francisco; no viniste como Rey Mago, pero te llevas nuestro tesoro, nuestro corazón en el tuyo, por siempre, gracias y bendito seas.

 

 

 

 

REGRESAR

 

 

Pensadores Católicos

"¿Quién, que vive en íntimo contacto con el orden más consumado y la sabiduría divina, no se sentirá estimulado a las aspiraciones más sublimes?"
¿Quién no adorará al Arquitecto de todas estas cosas?

 

Nicolás Copérnico

Pensamientos de Pbro. Prisciliano

Iglesiaehistoria.com   |   Querétaro, México   |   2017

Todos los Derechos Reservados

Un Areópago del siglo XXI