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¡QUÉ PENA SEÑOR ABAD!

 

¡QUÉ PENA, SEÑOR ABAD, QUE A LO LARGO DE SU VIDA NO HAYA CONOCIDO LOS SECRETOS DEL REINO, QUE SON REVELADOS A LOS HUMILDES Y SENCILLOS DE CORAZÓN, A LOS AMADOS DEL PADRE DE LOS CIELOS Y DE JESÚS¡

 

Prisciliano Hernández Chávez

 

 

 

En aquel momento, con la alegría del Espíritu Santo, Jesús exclamó: Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque si has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla' (Lc 10,21).

 

'Guadalupe es el sacramento de la omnipotencia divina para conservar en la fe a los hijos de estas tierras' (Fray Margil de Jesús, misionero itinerante de Nicaragua a Texas, beato para la orden franciscana, Guardián del Convento de la Cruz de Querétaro y de Guadalupe Zacatecas, testigo de las Informaciones guadalupanas de 1723 )

 

En el periódico REFORMA del sábado 25 de mayo de 1996,en la primer plana, hacia pública la postura del Abad de la Basílica de Guadalupe, Mons. GUILLERMO SCHULEMBURG PRADO, quien 'niega que la aparición de la Virgen de Guadalupe en 1531 sea histórica y rechaza que Juan Diego, a quien el Papa Juan Pablo II beatificó, haya existido'; eco a su vez, de la revista italiana 30 GIORNI EN SU EDICIÓN EN LENGUA ESPAÑOLA. Tal afirmación se corrobora por una entrevista realizada y publicada por la revista IXTUS, número 15 invierno de 1995, Cuernavaca, Mor.:¿Qué pasa entonces con Juan Diego, existió?'. Responde el Abad: 'Es un símbolo, no una realidad' (pág 32, líneas 17-18). Y en la página 35, líneas 37-39: '...y si fue obra de una mano indígena, cosa en la que creo, porque pienso que fue una mano indígena...' (afirmación referida a la sacrosanta imagen) , comenta el Abad. En la presentación del libro de RICHAR NEBEL, 'Santa María Tonatzin, Virgen de Guadalupe, FCE, México 1995, pág 9, escribe el citado Abad: '...Ya que no se trata de un dogma de fe -la aparición- sino de una creencia piadosa profundamente arraigada en el pueblo de México...'

 

¡Qué pena, señor Abad, que a lo largo de su vida no haya conocido los secretos del Reino, que son revelados a los humildes y sencillos de corazón, a los amados del Padre de los cielos y de Jesús! Para aceptarlos es necesario tener sinceridad, que es la pobreza del corazón para abrirse a la verdad de la salvación y no preferir la postura racionalista cuyo mal está en la soberbia y cuyo alcance está en el inmanentismo del sujeto y no en la realidad maravillosa del objeto.

 

Impugnar la verdad conocida, según Santo Tomás de Aquino, es pecado contra el Espíritu Santo, y usted se pone en peligro próximo al relativizar la aparición de la Santísima Virgen de Guadalupe a simple creencia y la beatificación de Juan Dieguito a la beatificación de un 'símbolo' . cuando el Papa declaró que Juan Diego está en el cielo y que aprueba que en la liturgia supliquemos el 9 de diciembre ' Dios nuestro, que por medio del beato Juan Diego quisiste manifestar a tu pueblo el amor de Santa María de Guadalupe, concédenos por su intercesión que dóciles al consejo de Nuestra Madre nos esforcemos en cumplir siempre tu voluntad..."(Misal Romano, pág. 1001). ¡Qué pena, señor Abad, que no signifique nada para usted el acervo de estudios históricos y científicos que avalan la historicidad del hecho y la procedencia sobrenatural de la imagen; no valen para usted, por una parte, los documentos fidedignos que nos llevan a la historia real, como el Pregón del Atabal(1531), ni el Nican Moctecpana de Fernando de Alba Ixtlixochitl (1563), ni el Inninhuey TLAMAHULTZOLTZIN o la Relación primitiva guadalupana (1570-1580, atribuido por su estilo a Juan González -quien murió en holor de santidad- , intérprete de Fray Juan de ´Zumárraga en la entrevista con Juan Diego, ni los ANALES DE JUAN BAUTISTA, ni los ANALES DE BARTOLALCHE, NI LOS códices de Gómez Orozco, ni las INFORMACIONES DE 1666, NI LA MENCIÓN DE Juan Suárez de Peralta en el capítulo 41 de su TRATADO DEL DESCUBRIMIENTO DE LAS INDIAS, TERMINADO EN 1589, cuyo original se encuentra en la Biblioteca Provincial de Toledo, España, ni la obra FELICIDAD DE MEXICO, del erudito Br Becerra Tanco, testigo de las Informaciones de 1666, ni la obra ESTRELLA DEL NORTE DE MEXICO, de Francisco de Florencia (1688), ni el libro de Miguel Sánchez (1648), ni el DOCUMENTO fechado en 1548 (año de la muerte de Juan Diego) -de piel de venado- que menciona dos veces el nombre náhuatl de Juan Diego CUAUHTLATOATZIN, y que tiene la firma de Fray Bernardino de Sahagún y el sello-glifo de Antonio Valeriano -examinado y probado como auténtico-; y por otra, si se acepta los estatutos de las ciencias, es consolador constatar que la cabo de más de 464 la imagen de Santa María de Guadalupe posea el carácter de prueba objetiva de la credibilidad de las apariciones y de ahí, retroactivamente, de la credibilidad de la fe católica. Y son precisamente hombres de ciencia quienes constatan el hecho y ponen las premisas evidentes- hasta aquí la ciencia- que rigurosamente deberían concluir en una dimensión distinta, causa del prodigio, en la intervención divina, en el acto de fe, pues Dios ayer como hoy, respeta la condición racional-volitiva del hombre y se acomoda a él; si no se ponen obstáculos -que serían de índole subjetiva o francamente inmorales- Dios da su gracia como luz para el entendimiento y moción para la voluntad.

 

De aquí que, científicamente, no se puede explicar la conservación del ayate de Juan ·Diego, ni es posible explicar por qué no se han saltado ni decolorado sus colores, ni por qué no se destruyó cuando le cayó accidentalmente el ácido nítrico -cuya mancha aparece en el extremo superior izquierdo de la imagen, comprobado por la reacción 'xantoprotéica'-, ni se pueda saber sobre los colorantes, que no son ni vegetales, ni animales, ni minerales, según el análisis del doctor KUHN, Premio Nobel de Química 1938, o las conclusiones de los médicos y oftalmólogos a las cuales llegaron en diversas fechas y que se encuentran reunidas -juntamente con las conclusiones científicas antes enumeradas- en la obra DESCUBRIMIENTO DE UN BUSTO HUMANO EN LOS OJOS DE LA VIRGEN DE GUADALUPE, ed Tradición 1976 México, y que señalara tanto la existencia de las imágenes de Purkinjé y Samson, como la sensación de profundidad y la reacción a una fuente lumínica, como si se tratara de ojos reales, y que, por tanto, son fotosensibles. O qué decir del estudio del Dr José Aste Tönsmann , especialista en el proceso de digitalización de imágenes por computadora (ed Diana, 1981 México) y que descubre un indígena medio sentado/ medio hincado con su huarache-sandalia, su pelo recogido por una cinta, ligeramente rapado en la parte superior del cráneo inmediatamente después de la fre, un indio con nariz aguileña y con un manto que le cuelga del cuello, un español barbado en actitud pensante. una negra -consta la existencia de una pareja de negros, incluso de un hindú de Calcuta que vinieron como domésticos de Fray Juan de Zumárraga- una mujer indígena con un tocado especial y un niño a sus espaldas, un anciano en actitud triste de características raciales o somáticas de un vasco -posiblemente Fray Juan de Zumárraga-; ¿casualidad? comenta el Cardenal Ernesto Corripio, pues la escena se contempla en ambos ojos. O qué decir del análisis efectuado en 1979 por un equipo de científicos encabezados por Callahan quien realizó algún trabajo para la NASA y Jody Brant Smith, con los métodos del análisis al infrarrojo la noche del 7 de mayo, en la cual tomaron 40 fotografías de la imagen original, las cuales salieron todas enfocadas a pesar de la incomodidad de las circunstancias en las cuales se trabajó y que se puede destacar de sus resultados que el color azul del manto es un pigmento semitransparente desconocido o que llama la atención la luminosidad de la túnica, no obstante que refleja en alto grado la radiación visible y transparente a los rayos infrarrojos, debiéndose notar que la tilma no tiene aparejo ni barniz protector alguno, que las manos están hechas con un pigmento desconocido y son inexplicables, o que el rostro está hecho con pigmentos desconocidos, mezclados de tal manera que aprovechan las cualidades de la difracción de la luz causada por la tela sin apresto para dar un matiz oliva al cutis. Por su parte, tanto Cabrera, pintor, como Rivera Camps, especialista en restaurar imágenes de los mejores museos del mundo ,conocedor de las pinturas del siglo XVI europeas y americanas, entre las que se encuentran las de Chachalaca y Marcos Cipac, coinciden en señalar que ningún pintor humano realizó tal imagen.

 

O qué decir del estudio llevado a cabo por el P.Mario Rojas y el Doctor Juan Homero Hernández Illescas, LAS ESTRELLAS DEL MANTO DE LA VIRGEN DE GUADALUPE (1981),y el de 1995, LA VIRGEN DE GUADALUPE Y LAS ESTRELLAS, al cual se sumó Mons. Enrique R. Salazar S., y que demuestran con planetario que la posisición de las de las estrellas en la imagen corresponden en visión no geocéntrica y a la inversa de la imagen, a la disposición de las estrellas del 12 de diciembre de 1531, solsticio de invierno, y que las estrellas que no aparecen porque caen fuera del manto, pero reubicadas en la posiciòn que les corresponderían en esa fecha, nos ofrecen en la lógica del signo un verdadero mensaje: Corona Boreal en la frente, Virgo en las manos, Leo en el vientre ( o constelación del 'nahui ollin' para los mexicas); Géminis o Gemelos a la altura de las rodillas, y Orión circundadno el ángel en la parte superior: Reina de los Cielos, Princesa de los Astros; Virgen y Madre del León de la Tribu de Judá, el Mesías, Madre del Pueblo Mesiánico; peregrinar con Ella y con los hermanos como hermanos; Nuestro Oriente, el ángel sobre el que viene Santa María y sigue amaneciendo en nuestro corazón, mensajero-mediador de los cielos y de la tierra, Guía, el Portador de la Imágen o 'amoxohua', Juan Diego, Juan Bernardino, Fray Juan de Zumárraga, los evangelizadores o catequistas que nos dan el evangelio- buena nueva del amor, del amanecer de los cielos nuevos y la tierra nueva, de la Civilización del amor: a través de esta mariofanía teofánica se nos invita perennemente a ser todos de 'casa' -'cencalli' -enteramente de casa-y 'cenyeliztli' y de los que viven enteramente en UNO.

 

O qué decir de nuestrso hermanos indígenas, cuyas conversiones eran escasas y que, ante las palabras, las acciones y la imagen de Santa María de Guadalupe, pasaron de su religión azarosa y cósmica-astral, se convirtieron en masa, por millones -de ocho a diez millones los primeros diez años después de las apariciones que incluso exigían el bautismo- a la religión verdadera, católica y amable, porque Dios, a través de Santa María, realizó una verdadera aculturación o inculturación del Evangelio de Nuestro Señor y Redentor Jesucristo.

 

¡Qué pena, señor Abad, que no saborée los acentos bíblicos, teológicos y eclesiológicos del mensaje y del acontecimiento guadalupano, que desde nuestra perspectiva actual percibimos por los avances de estas ciencias sagradas y que nos llevan a la conclusión siguiente: los misioneros no lo pudieron inventar, porque son logros contemporáneos, como el género literario -estructural- de las tofanías-misión o la eclesiología del 'templo' desarrollada admirablemente por Congar o el mensaje de la maternidad espiritual de la Santísima Virgen María que llevó al gran sabio Ángel María Garibay a afirmar que para él esa era la prueba de la aparición, porque en ese tiempo tal tema no se encontraba desarrollado en la mariología¡ PORQUE EL DIOS DE LA REVELACIÓN ES EL MISMO AYER, HOY Y POR LOS SIGLOS!

 

¡Qué pena, señor Abad, que afirme sin demostrar y más bien muestre una postura crédula de sí mismo, impropia de su misión de CUSTODIO DELEGADO DE LA IMAGEN Y DE LA FE GUADALUPANA -pues el Custodio RESPONSABLE, Amoxohua, es el Arzobispo de México- e impropia de la fe católica que profesa la infalibilidad pontificia, regalo del Espíritu Santo a su Iglesia, para preservar a través de los siglos en la unidad 'de un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre'.

 

No hay peor ciego que aquél que no quiera ver, reza la conseja popular, y usted no quiere ver ni siquiera el refrendo de Dios a través de la fe de una nación, ni de los miles y miles de sanaciones físicas y morales de nuestros hermanos a través de los casi 465 años de nuestra historia guadalupana y juandieguina! Pero el 'número de los necios es infinito', reza la Escritura, y qué pena, señor Abad, que usted se cuente entre ellos y que no descubra que las 'OBRAS DE DIOS SE JUSTIFICAN POR SI MISMAS' y que el DEFECTO NO ESTA EN EL OBJETO, SINO EN EL SUJETO.

 

Lo más sano para usted, señor Abad, para México y el mundo sería pedir su relevo de cargo antes que se lo pida el Arzobispo de México o el Santo Padre Juan Pablo II, quien donó una diadema, su emoción y lágrimas a nuestra Morenita y encomendó a su providencia maternal la fecundidad de su pontificado. Así usted dormirá tranquilo y nosotros también. Así posiblemente, le permitirá a Dios que le enseñe la sabiduría del corazón para que goce el idilio de amor de Santa María de Guadalupe con este nuestro pueblo, favorecido singularmente PORQUE NO HIZO COSA ALGUNA CON NINGUNA OTRA NACION, NI A NINGUNA LE MOSTRÓ TAN CLARAMENTE SU AMOR, como hizo Dios en otro tiempo con Israel, ahora lo hace Santa María con nosotros, con los que tienen el corazón de pobre, como Juan Dieguito, Juan Bernardino o cualquier hermano nuestro que toca el abismo de su pequeñez o de su miseria.

 

Pudiera ser que, como Saulo, bese el polvo y se transforme en un San Pablo... aunque a sus 80 años será mejor prepararse con humildad al juicio de Dios. Por lo menos no pierda la oportunidad -es mi más caro deseo- de contemplar en el cielo a nuestra Madre la que se vistió de sol y de estrellas , y el sol y las estrellas se vistieron de Ella, que no dudo usted ama.

 

Por lo pronto, si no tiene algo mejor qué decir, guarde la postura beatífica del silencio.

 

(Artículo Publicado en 'El Observador' No.47 del 2 de Junio de 1996 Querétaro; corregido el 12 de Julio del mismo año).

 

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Advertencia

 

Con esta 'respuesta' no pretendemos crear ninguna animadversión contra persona alguna, ni siquiera contra el  'hoy día' ex-abad; respetamos su postura subjetiva, dejamos al juicio y a la prudencia de nuestra amada jerarquía, las decisiones pertinentes, en este caso, al Sr Arzobispo de México, sucesor de Fray Juan de Zumárraga, gran devoto de Santa María de Guadalupe cuya homilía de toma de posesión de su cargo fue una plegaria hermosísima a la Santísima Virgen de Guadalupe.

 

Las inquietudes y posibles dudas que pudiera haber suscitado el señor Abad con sus declaraciones infundadas nos autorizan a responder objetivamente con los medios a nuestro alcance para confirmar a nuestros hermanos no solo en la fe católica sino en el evento guadalupano que en verdad es una caricia perenne del amor de Dios a través de la ternura maternal de Santa María de Guadalupe, pues tenemos que 'dar razón de nuestra esperanza' en palabras de San Pedro Apóstol, Vicario de Cristo y Primer Papa.

 

Por esto mismo invito a los lectores a formarse en la fe católica; ahí está el Catecismo de la Iglesia Católica, publicado por mandato de nuestro Santo Padre el Papa Juan Pablo II; ahí está la Biblia de América autorizada por nuestro Episcopado Mexicano y otros de América para que sea intrumento útil y adaptado a nuestra cultura para conocer esa 'Carta de Amor' que nos dirige nuestro Padre Dios a sus hijos que estamos en el destierro en dicho de San Juan Crisóstomo; y por otra parte a conocer a fondo todo el ACONTECIMIENTO GUADALUPANO con todas sus implicaciones. Es verdad que no es dogama de fe, pero es una temeridad rechazar un don de Dios, máxime de esta naturaleza, tan evidente como una flor , tan elevada como una estrella, tan vida de nuestra vida que sin GUADALUPE dejaríamos de ser mexicanos.

 

Aparte de las obras mencionadas en este escrito recomiendo las más asequibles y sencillas: PIMENTEL, GUADALUPE· 'Mi Niña, Dueña de mi Corazón ed Progreso 1991; FERNANDEZ, MANUEL 'La Virgen de Guadalupe y su ayate prodigioso' Diana 1992. Para quien desea profundizar más en el contenido del Nicán Mopohua y su marco histórico esta la obra del Padre JOSE LUIS GUERRERO 'El Nican Mopohua, un intento de exégesis' ed de la Universidad Pontificia de México tm I 1996; ROMERO SALINAS, JOEL 'Juan Diego, su peregrinar a los altares' ed Paulinas 1992; a nivel de estudio y oración comunitarios GALLO REYNOSO , JOAQUIN 'Semana Guadalupana a partir del Nican Mopohua ed Buena Prensa 1992.

 

Los enemigos de la unidad católica y de nuestra identidad nacional saben que si nos arrancan del corazón a Santa María de Guadalupe perderemos nuestro escudo y defensa. Nunca ha sido más fácil ser católico que a través de Santa María de Guadalupe y nunca ha sido más fácil dejar de serlo por la información carente de contenidos, ignorante, necia y pertinaz.

 

Que nuestro 'rostro y corazón' permanezcan en Santa María de Guadalupe para ser dulces, amorosos y firmes en nuestro empeño de construir la civilización de la verdad y del amor, de la justicia y el derecho, de la vida y de la familia, que en América se empezó en México, y en México exactamente en el Tepeyac por medio de la Santísima Virgen María y sus colaboradores un laico santo, Juan Dieguito y un obispo firme Fray Juan de Zumárraga. GRACIAS.

 

 

 

 

 

 

Pbro.   PRISCILIANO HERNÁNDEZ CHÁVEZ C.O.R.C.

Marzo 2015

 

 

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