PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
DEDICADAS A LOS ABUELOS
En esta ocasión quiero compartir con nuestros lectores algunas ideas sobre el caminar en esta vida e ir desglosando períodos felices y otros no tan felices ya que la vida es un ramillete de flores de diferentes tamaños, aromas, colores, ....
Quiero iniciar con las palabras que el Papa Francisco dijo en el viaje de Roma a Río de Janeiro el 22 de junio de este año 2013:
-”Este primer viaje es justo para encontrar a los jóvenes...Ellos, de verdad, son el futuro de un pueblo, ¡eso es verdad! Pero no sólo ellos: ... también, en el otro extremo de la vida, las personas mayores, los ancianos son el futuro de un pueblo. Un pueblo tiene futuro si va adelante con todos, con los dos puntos: con la juventud, con la fuerza -porque la fuerza va adelante- y con los ancianos.”
-”Creo que hacemos una injusticia con los ancianos: todos somos parte de la sociedad; ellos no han dejado de darnos algo importante; tienen la sabiduría, la sabiduría de la vida, la sabiduría de la historia, la sabiduría de la patria, la sabiduría de la familia y de todo ello tenemos necesidad.”
-“Estamos acostumbrados a esta cultura del descarte: con los ancianos se hace demasiado a menudo. Y ahora incluso con tantos jóvenes sin trabajo, también para ellos llega la cultura del descarte. ¡Tenemos que cortar esta costumbre del descarte! ¿No? La cultura de la inclusión, la cultura del encuentro, debemos hacer un esfuerzo para incluir a todos en la sociedad”.
Qué palabras más sabias, en un mundo que se ha olvidado de nuestros mayores, en donde las familias desperdician la sabiduría y las experiencias de los mayores por estar ocupados en cosas tan vanales como la televisión, los celulares, las tablets, etc. etc. etc..... cuyos espacios están ocupados, la mayor de las veces, por gente joven o que parece joven sin transmitir otra cosa que no sean vanalidades.
Es necesario que las familias recapaciten y recuperen espacios necesarios para el diálogo y si conviven con una persona mayor, integrarla a la conversación y verán que tiene muchas cosas que compartir como sus esfuerzos por lograr un trabajo que les permitiera el sustento honradamente o el esfuerzo por prepararse mejor para desempeñar sus labores y obtener una mejor remuneración y soñar en formar una familia, cuestión que hoy está muy lejos de discutirse por muy diversas razones olvidando que, el respeto a la dignidad humana, la tolerancia y el amor son los pivotes para tender las bases de una familia.
Hacerse viejo es un regalo de Dios, por alguna razón siguen y seguimos aquí en la tierra y eso quiere decir que nuestra misión todavía no concluye, que es muy probable que ya no seamos considerados promotores de riquezas materiales pero sí de riquezas espirituales y patrióticas no patrioterismo sino de reflexionar también cómo se ha venido formando nuestro País, de las verdades y las mentiras que se han tejido de acuerdo con quién cuenta la historia.
Debemos ser agradecidos a Dios por lo que somos, mientras estemos en este mundo no perdamos el tiempo en lamentarnos por lo que pudo ser y no fue, seamos más sencillos, amemos más, seamos amables y lo demás pongámoslo en manos de Dios.
Es cierto que al vernos al espejo encontramos cambios en nuestro cuerpo, que el andar ya no es tan ligero y que debemos saber escuchar a nuestro cuerpo, que nos volvemos olvidadizos aunque las cosas importantes parece que sí las recordamos, eso nos permite conocer nuestras debilidades pero nuestra fortaleza está más en nuestra actitud ante la vida, en tener una mente ocupada positivamente para seguir siendo útiles a nosotros mismos y a los demás.
A lo largo de la vida hemos perdido seres queridos, sin embargo son los sufrimientos y las alegrías las que nos fortalecen y nos hacen crecer es un período en el que se ha madurado física e intelectualmente. Pueden verse los logros y los fracasos desde otra perspectiva y a la distancia, son esas experiencias que deben transmitirse a los jóvenes no como un manual que pensamos deben seguir sino como una experiencia de vida que puede formar en el joven criterio de acuerdo a su situación y a sus propias vivencias que si se transmiten con paciencia y cariño pueden ser escuchadas con benevolencia.
Se habla mucho sobre el maltrato o violencia doméstica y generalmente se maximiza el caso de las mujeres, sin embargo, existen muchos ancianos que viven solos o abandonados en los centros de atención a adultos mayores, esto aumenta con la edad y el grado de dependencia.
Los abusos a los adultos mayores se da no solo con violencia física, existen las humillaciones y la sobre dosis en los fármacos que por falta de atención no se administran a través de una persona consciente de la situación sino por el mismo anciano al que su memoria ya no le ayuda.
Quienes se dedican toda la vida a cuidar enfermos y ancianos como profesión o como trabajo solidario son los “ángeles” que muchas veces suplen a las familias y alivian sus dolores y sufrimientos. Hay enfermos y ancianos con familias muy comprometidas, que se quieren, con sentido de la responsabilidad, y otros que se encuentran y se sienten abandonados, y entonces solo el personal capacitado o voluntarios pueden aliviar esta soledad. Propongámonos ser más solidarios!!!
Hagamos eco de las palabras del Sumo Pontífice el Papa Francisco:
“...la sabiduría que tienen nuestros abuelos es la herencia que nosotros debemos recibir. Un pueblo que no cuida a los abuelos, un pueblo que no respeta a los abuelos, no tiene futuro, porque no tiene memoria, ha perdido la memoria”.
Y por último, también sus palabras nos alientan a todos:
“...nunca se desanimen, no pierdan la confianza, no dejen que la esperanza se apague ....””...Dios guarda lo mejor para nosotros. Confiemos en Dios. Alejados de Él, el vino de la alegría de la esperanza, se agota. Si nos acercamos a Él, si permanecemos con Él , lo que parece agua fría, lo que es dificultad, lo que es pecado, se transforma en vino nuevo de amistad con Él.”
SILVIA MADRIGAL HERNÁNDEZ
Diciembre 2013
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