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MAX SCHELER (1874-1928)

PENSADOR CATÓLICO

 

Max Ferdinand Scheler; nació en Munich. Famoso filósofo alemán que fue profesor en Colonia (1919) y en Frankfurt (1928).  llevó a cabo los estudios secundarios en un instituto de su ciudad natal, y frecuentó luego los cursos de filosofía en las universidades de Berlín, Heidelberg y Jena, donde en 1899 se doctoró con una tesis acerca de los principios lógicos y éticos. Siguió la corriente fenomenológica de Husserl. En una primera etapa criticó la ética formalista kantiana desde la tesis de que todo juicio moral se basa en una asunción intuitiva de valores materiales que no se puede traducir a una regla racional. Su obra más representativa de este período es "El formalismo en la ética y la ética de los valores materiales" (1916). Justificó su conversión al catolicismo en "De lo eterno en el hombre" (1921). Más adelante, sin embargo, derivó hacia planteamientos de mayor alcance ontológico, desde una perspectiva romántica cercana al panteísmo y bajo la influencia, también, del pragmatismo estadounidense. Así, en El puesto del hombre en el cosmos (1928), concibió el universo como resultado del enfrentamiento de dos principios, el espíritu (Geist) y el impulso vital (Drang).

Al estudiar filosofía, se observa que uno de los problemas emergentes y trascendentales lo da el estudio de la axiología y cuando se trata de analizar la profundidad del problema, no puede dejar de lado la creatividad y la calidad personal de Max, pues no se pone en duda que él es uno de los más destacados de la antropología filosófica y de la teoría de los valores en el siglo XX. Su pensamiento era contra la relatividad de los valores.

Un aporte fundamental de Max ha sido la descripción de la enorme riqueza e importancia ética que posee la vida emocional del hombre, la que es primaria respecto de otra forma de saber. Así en "Esencia y formas de la simpatía" (1913), usa del método de Husserl de la descripción fenomenológica aplicada a las emociones que relacionan a los seres humanos unos con otros y con el mundo de los valores, especial importancia poseen el amor y el odio como las actitudes radicales para la captación de los fenómenos valóricos. Partiendo del concepto husserliano de reducción fenomenológica, Max distinguió las esencias de lo que es tangible, real o existente, lo que llevó a la afirmación de la independencia de los valores (eternos e invariables) respecto de los bienes, que serían sólo sus portadores circunstanciales; lo que ha significado que a Max se le tache de platónico. En importancia, a este título le siguió su obra más famosa "El formalismo en la ética y la ética material de los valores" (1913-1916), un tratado en dos volúmenes que intentan dar un nuevo fundamento personalista a la ética, desde este nuevo fundamento se critica el enfoque ético meramente formal del filósofo alemán Emmanuel Kant y lo cambia por un estudio de los valores en cuanto contenidos específicos de la ética, los que se presentan de un modo directo e inmediato a la persona y no a la conciencia como sostenía Husserl.

Los valores, según Max Ferdinand, se presentan objetivamente, esto es a priori, como estructurados según dos rasgos fundamentales y exclusivos:   1.La polaridad, todo los valores se organizan como siendo positivos o negativos. A diferencia de las cosas que sólo son positivas.  2.La jerarquía, cada valor hace presente en su percepción que es igual, inferior o superior a otros valores. Esta jerarquía da lugar a una escala de valores que Scheler ordena de menor a mayor en cuatro grupos:

1.Los valores del agrado: dulce - amargo

2.Las valores vitales: sano - enfermo

3.Los valores espirituales, estos se dividen en:

a.Estéticos: bello - feo

b.Jurídicos: justo - injusto

3.Intelectuales: verdadero - falso

4.Los valores religiosos: santo - profano

Los valores morales no son una categoría de valores porque no poseen portadores, son valores puros. Su realización es más bien indirecta. Se verifica en la realización de los otros valores según su polaridad y jerarquía objetiva.

Cuando todavía se consideraba católico escribió De lo eterno en el hombre (1921) justificando su conversión y después un estudio de la sociología del conocimiento, Die Wissensformen und die Gesellschaft(Formas de conocimiento y sociedad, 1926). Posteriormente se alejó del catolicismo y desarrolló una filosofía, basada en una concepción más bien hegeliana de Dios. Vale decir que es el hombre el lugar por el cual Dios se hace manifiesto en la historia. Dios necesitaría del hombre para poder manifestarse realmente. Esta tesis es consecuencia de su polémica idea de que el espíritu es impotente.

Ahora bien, El conocimiento abstracto y los valores religiosos obtendrían toda su fuerza de realización en los impulsos básicos humanos. Max se opuso desde el comienzo a Freud respecto de que lo superior surge de lo inferior. Sostiene Scheler que es imposible deducir de la sola represión sexual la capacidad del hombre de hacer surgir la novena sinfonía de Beethoven o Los hermanos karamazov de Dostoievski. En "El puesto del hombre en el cosmos" (1928) estableció una serie de problemas que hoy son considerados como piezas clave para la elaboración de la antropología filosófica.

Durante la primera guerra mundial estuvo en Suiza y Holanda; los textos de este período son fruto de sus reflexiones acerca de las cuestiones sugeridas por la gran tragedia. En 1919 pasó a enseñar en Colonia como profesor extraordinario; fue nombrado, también, director del Instituto de Investigaciones sobre Ciencias Históricas. A esta época se halla vinculada la mayor actividad de Max: además de la Crisis de los valores, en la que figuran ensayos publicados ya en 1915 bajo otro título, aparecieron De lo eterno en el hombre (1921) y Esencia y formas de la simpatía (1923). Esta última es una obra de notable interés a causa del planteamiento de nuevos problemas de carácter filosófico y sociológico, y reveladora de una mentalidad aguda y moderna. Le siguieron Las formas del saber y la sociedad (1926), El puesto del hombre en el cosmos (1928), Intuición filosófica del mundo (1928) y La idea de la paz y el pacifismo (1931, póstuma).

¿Qué son los valores para Scheler?  Son instancias o cualidades objetivas, inmateriales e independientes de los objetos. Estos son los soportes materiales de los valores, los cuales les otorgan el carácter de bienes u objetos valiosos (catedrales, poemas, cuadros de pintura). Pero los objetos no generan per se los valores. El valor belleza por ejemplo, no se extrae por inducción empírica a partir de los objetos, sino se le descubre realizado en el objeto. Max argumenta: ¿Con qué criterio escogeríamos en los objetos las seguridades para alcanzar el significado de lo bello?  El valor precede al objeto, pero también – contra lo que creía Kant – el valor moral de una conducta precede al deber y a la conciencia de la ley ética.

La autonomía de los valores no sólo se refiere a los objetos, sino también a nuestras apreciaciones, opiniones e intereses personales o de grupo. Es célebre la sentencia Scheleriana: “Aunque nunca se hubiera juzgado que el asesinato era malo, hubiera continuado el asesinato siendo malo. Y aún cuando el bien nunca hubiera valido como bueno sería no obstante bueno”. Con lo cual vemos que es completamente indiferente a la esencia de los valores si un hombre o un grupo tienen valores o carecen de ellos.

Esto significa que los valores no son solamente objetivos e inmateriales, sino también absolutos e inmutables y no resultan afectados por los cambios de los objetos. La traición de mi amigo o de mi amiga no altera para nada el valor de la amistad. Si la actitud moral tradicional es afectada por un cambio social revolucionario, los principios morales no sufren ningún condicionamiento. Sólo se transforman las actitudes valorativas o el conocimiento de los valores, pero no los valores per se.

Max falleció en la plenitud de su actividad de escritor y profesor, a los cincuenta y tres años, cuando ya su pensamiento había penetrado en una nueva fase de crítica y casi de oposición a sus precedentes actitudes, singularmente en el campo religioso, crisis debida en parte a la desorientación de la posguerra.

Max distinguió tres clases de saberes: el inductivo, el de la estructura esencial o fenomenológico y el metafísico.

El saber inductivo es el de las ciencias positivas. Se basa en la dominación del mundo circundante. Su objeto es la realidad y tiene como finalidad utilizarla por medio de la técnica. Es el saber de dominio. Ejemplo de ello es la ciencia que se ha desarrollado en Occidente desde la filosofía griega.

El saber de la estructura esencial es el saber que nos permite captar de un modo inmediato el qué de las cosas.

Está de acuerdo con Emmanuel Kant en que existe el conocimiento de lo a priori, y que este carácter lo tienen las proposiciones ideales que se dan con independencia del sujeto que las piensa.

A cambio de esta coincidencia parcial con Kant, Max mantiene cinco diferencias:

 

No son los juicios elaborados por el entendimiento sino las esencias percibidas las que constituyen primordialmente lo a priori.

La región de lo a priori no coincide con la región de lo formal, como pensó Kant, sino que hay también un a priori material o con contenido: el valor.

En el lugar de la cuestión: ¿cómo es posible que se dé algo?, la cuestión fundamental, dice Max, es más bien esta otra: ¿qué es lo que se da?

Max considera falsa la teoría kantiana según la cual todo lo que es ha tenido que ser producido por el entendimiento, pues la percepción del valor es por sí misma objetiva o intencional.

Tampoco está de acuerdo en que lo a priori se equipare con lo racional, pues la afectividad, con el amor como actitud radical, es tanto o más a priori que la actitud racional. En otros términos: sólo el que ama algo es capaz de conocer racionalmente, ya que sin el amor no podría tener la experiencia de dicho fenómeno. Lo que no queda claro es si este saber puede equipararse a lo que tradicionalmente se ha llamado el saber culto. Ejemplo de ello es la idea de microcosmos, Aristóteles decía que el alma humana puede ser todas las cosas. Es una suerte de participación del hombre en la totalidad del mundo.

 

El saber metafísico, también llamado saber de salvación, que es la forma más alta de saber, pues se refiere a los más altos valores personales, vale decir, los propios de lo divino. Consiste en gran medida en aquel saber que eleva al hombre hacia algo mayor que él mismo. Ejemplo de ello ha sido el saber como disciplina espiritual elaborado en la India.

La gran tarea de nuestra época, señala Scheler, consiste en lograr trabar el saber de dominio, con el saber culto y el saber de salvación. Trabazón que implicaría jerarquizar dichos saberes.

Obras traducidas al español:

Amor y conocimiento y otros escritos, Ed. Palabra, 2010.

Arrepentimiento y nuevo nacimiento, Ed. Encuentro, 2008.

De lo eterno en el hombre. Ed. Encuentro, 2007.

Esencia y formas de la simpatía, Ed. Salamanca-Sígueme, 2005.

Esencia y formas de la simpatía, Ed. Losada, 2004.

Sobre el pudor y el sentimiento de vergüenza, Ed. Salamanca-Sígueme, 2004.

Los ídolos del autoconocimiento, Ed. Salamanca-Sígueme, 2003.

Los ídolos del conocimiento de sí mismo, Ed. Cristiandad, 2003.

El puesto del hombre en el cosmos, Trad. José Gaos Ed. Losada, Buenos Aires, 1990.

Gramática de los sentimientos: lo emocional como fundamento de la ética, Ed. Crítica, Barcelona, 2003.

Muerte y supervivencia, Trad. Xavier Zubiri, Ed. Encuentro, Madrid, 2001.

El resentimiento en la moral, Ed. Caparrós, Madrid, 1993.

Ordo amoris, Ed. Caparrós, Madrid, 1996.

El formalismo en la ética y la ética material de los valores, Ed. Caparrós, Madrid. 2000.

Mensch und Geschichte (1924)La idea del hombre y la historia, Ed. Siglo Veinte, Buenos Aires, 1998.La idea del hombre y la historia, Ed. La Pléyade, Buenos Aires, 1984.

El saber y la cultura, Ed. Nova, Buenos Aires, 1975.

La esencia de la filosofía y la condición moral del conocer filosófico, Ed. Nova, Buenos Aires, 1958.

El puesto del hombre en el cosmos, Trad. José Gaos, Ed. Revista de Occidente, Madrid, 1936.

Conocimiento y trabajo, Ed. Nova, Buenos Aires, 1926.

Metafísica de la libertad, Ed. Nova, Buenos Aires, 1960

 

 

 

INFORMACIÓN TOMADA DE:

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/scheler.htm

http://dmisari.blogspot.mx/2010/09/el-pensamiento-del-filosofo-max-scheler.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Max_Scheler

 

 

 

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"¿Quién, que vive en íntimo contacto con el orden más consumado y la sabiduría divina, no se sentirá estimulado a las aspiraciones más sublimes?"
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Nicolás Copérnico

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