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CHARLES PÉGUY (1873-1914)

ESCRITOR Y PENSADOR CERCANO AL CATOLICISMO

 

 

" El modernismo es la actitud de quien no cree en lo que cree". Esta frase de charles ubica la época que vivió y el sentido de su forma de pensar.

Poeta y pensador francés. Socialista, partidario de Dreyfus, quiso ser el iniciador de una renovación cristiana y defendió una mística a la vez católica, francesa y republicana.

Perteneció a una familia de campesinos y viñadores, y habiendo perdido a su padre pocos meses después de su nacimiento, fue educado por su madre que vivía pobremente, dedicada al trabajo de empajar sillas.

Acudió a la escuela en su Orleans natal, donde el director se fijó en sus posibilidades y le consiguió una beca para seguir sus estudios de secundaria, primero en el mismo Orleans y después en París.

Charles fue un pensador polémico  e independiente que vivió hasta el fondo uno de sus célebres frases:  “La libertad es un sistema basado en la valentía”. Periodista y ensayista aguerrido se enroló primeramente en la ideología socialista para abrazar más tarde el cristianismo desde el que denunció todo tipo de degradaciones políticas, sociales y espirituales.

 

Charles mostró desde pequeño una voracidad intelectual. En París  llego a codearse con la intelectualidad del momento en École Normale Supérieure, en 1894, donde su sentido de la justicia le proyectó a alinearse con el socialismo de la época y a polemizar junto a Emili Zola y Anatole France, con las autoridades políticas y judiciales por el caso Dreyfus. Caso en el que Charles puso en oposición a sus antiguos amigos socialistas, ya que veía esencialmente una cuestión de moral superior. También se fue separando gradualmente de Jaurès, y en 1900 iniciaba la publicación de los conocidos Cuadernos de la quincena, concebidos al principio como simples boletines de información socialista.

Charles fue brillante en fondo y forma provocando controversias sobre cuestiones nucleares en la Francia de su tiempo y no dudó en arremeter contra el socialismo oficial, tildándole de “anticlerical y demagógico”, con lo que se adelantaba a su tiempo al observar en él un fuerte componente estatista y contrario a la libertad que le llevó a manifestar que “la revolución será moral, o no será nada”. Así como atacaba contra el socialismo establecido, clamó también contra "las tiranías intelectuales", que, impedían la implantación de una mística cristiana actualizada por la justicia.

 

En 1898, Péguy, que había contraído matrimonio con la hermana de uno de sus compañeros de estudios, abrió en el Barrio Latino una "librería socialista", transformada más tarde, por dificultades financieras, en una sociedad anónima de la que fue gerente a sueldo, hasta la ruptura definitiva, en 1899, entre Péguy y sus asociados, entre los cuales figuraba Léon Blum.

 

Estampó a su prosa y poesía un ritmo repetitivo, que resulta cansado para algunos, pues asemeja un martillo percutor, necesario y paciente como el de la lluvia, para deshacer el granito del corazón del ser humano que siempre olvida su condición más profunda: la de necesitado de los demás y, por encima de todos, del Creador.

En este esfuerzo de "profundización" interior de la patria encontrada de nuevo. Charles llegó a partir de 1908 al umbral de la fe y de la Iglesia católica, que no atravesó, hasta la vigilia de su muerte, debido a su particular situación familiar, a la intransigente y exclusiva lealtad al socialismo dreyfusiano, a su feroz individualismo y a una fuerte desconfianza hacia el clericalismo. Extraño catolicismo, religión poética sin sacramentos ni vínculos dogmáticos, y sin embargo de una humildad indudablemente sincera, aunque la religión se confunda a menudo con una "mística" del heroísmo y del mesianismo nacional francés.

 

En su faceta de prosista, esgrimió una vehemente brillantez expositiva que tendría su cima en Nuestra juventud, obra de 1910, en la que denunció la corrupción política y la degradación de quienes ostentan el poder o lo persiguen.

Fue, en su conversión al cristianismo, donde halló el sentido para alumbrar buena parte de sus obras, como El misterio de la caridad de Juana de Arco, donde triunfa la religiosidad de esta heroína francesa que se convirtió en uno de los referentes nucleares del catolicismo en la obra de madurez de Charles. En esta línea se encuentran también, El pórtico del misterio de la segunda virtud, 1911; El misterio de los Santos Inocentes, 1912; Santa Genoveva, 1912; Nuestra Señora, 1913; y Eva, 1913. Por estas obras poéticas, el talento creador de Charles es considerado como uno de los mejores exponentes de la tradición literaria católica francesa más importante de todos los tiempos. Otros títulos: Clio, diálogo entre la historia y el alma pagana;  Verónica, diálogo de la historia y el alma carnal;   Los tres Misterios;   Marcel, primer diálogo de la ciudad armoniosa; Palabras cristianas;  El dinero.

El filósofo Emmanuel Mounier, fundador de la revista Esprit, en 1932, fue uno de sus seguidores más reputados de Charles. La revista Espirit se convirtió en el principal órgano de expresión del catolicismo francés a mediados del siglo XX.

 

Estuvo en el frente en la primera Guerra Mundial y una bala canceló su vida el 5 de septiembre de 1914 al salir al frente de su compañía desde una trinchera en el Marne.

 

 

TOMADO DE:

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/peguy.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_P%C3%A9guy

http://www.aleteia.org/es/sociedad/articulo/charles-peguy-un-intelectual-inclasificable-lucido-y-apasionado-por-la-libertad-5775805229563904

 

 

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"¿Quién, que vive en íntimo contacto con el orden más consumado y la sabiduría divina, no se sentirá estimulado a las aspiraciones más sublimes?"
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