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STANLEY L. JAKI, (1924-2009)

PENSADOR CATÓLICO

 

Stanley fue un sacerdote húngaro, nacido en Gyor, miembro de la orden benedictina, especializado en la historia y filosofía de la ciencia.

 

Adquirió el doctorado en teología y física y fue miembro honorario de la Academia Pontificia de las Ciencias. Recibió el premio Lecompte du Noüy de 1970 y el premio Templeton de 1987, entre otros. Fue profesor distinguido de física en la Universidad Seton Hall, una universidad católica, en South Orange, Nueva Jersey, desde 1975. Ocupó plaza de profesor o investigador invitado en Princeton, Stanford, Oxford y otras instituciones universitarias de prestigio. Se doctoró en física, ya en EEUU, en 1957 con el Premio Nobel Victor Hess.  Publicó más de 50 libros y alrededor de 400 artículos sobre temas científicos, filosóficos y teológicos. Varias de las obras de Stanley Jaki están disponibles en "Real View Books", una compañía editorial fundada por él para publicar libros significativos para la comprensión y la defensa de la doctrina y la cultura cristianas.

 

Stanley L. jaki trató de mostrar que la Iglesia Católica ayudó a la aparición de la ciencia occidental y que fue uno de los periodos más fructíferos en este sentido. Su trabajo en este campo vino impulsado originariamente por sus investigaciones en los orígenes de la estática, durante las que descubrió los trabajos de matemáticos y filósofos medievales como Nicolás Oresme y Roger Bacon, cuya sofisticación le sorprendió. A raíz de estas investigaciones les consideró los fundadores de la ciencia moderna, y adujo que anticiparon muchos descubrimientos de Galileo y otros pensadores posteriores. Pierre Duhem concluyó que “la mecánica y la física de la que los tiempos modernos están comprensiblemente orgullosos, proceden, mediante una ininterrumpida serie de mejoras apenas perceptibles, de las doctrinas proferidas en el corazón de las escuelas medievales”

 

Como científico destacado obtuvo varios grados:

 

STD (Teología Sistemática, Roma, Istituto Pontificio di S. Anselmo, 1950)

Doctorado (Física de la Universidad de Fordham, 1957)

LLD (honoris causa de la Universidad Central de Michigan, 1974)

LITD (honoris causa de la Universidad de Steubenville, 1986)

LITD (honoris causa de la Facultad de San Anselmo, 1988)

LITD (honoris causa de la Universidad de Marquette, 1989)

LITD (honoris causa, St. Vincent College, 1989)

ScD (honoris causa de la Universidad de Fordham, 1991)

ScD (honoris causa de la Universidad de Seton Hall, 1991)

 

La primera gran obra que le dio renombre mundial fue The Relevance of Physics (1966, University of Chicago Press), de la que la revista American Scientist dijo que: “La aparición de este libro es un evento de no poca importancia... el libro de Jaki debería ser leído por todos los científicos, estudiantes y profesores” (W. Heitler). En esa obra hace un exhaustivo análisis histórico de los métodos de la Física y de sus interacciones con la Biología, la Ética, la Teología y la cultura en general.

 

Recibió el premio internacional “Lecomte de Noüy” (1970) por su libro Brain, Mind and Computers.

El Dr. Jaki pronunció las prestigiosas Gifford Lectures en la Universidad de Edimburgo en 1974-75 y 1975-76. Las conferencias se publicaron con el título The Road of Science and the Ways of God.

Invitado en 1977 a dar las lecciones Fremantle en Oxford, después las publicó en otro libro: The Origin of Science and the Science of its Origins.

 

Sus obras que se editaron en España son:

 

Stanley L. Jaki (1990). Física y religión en perspectiva. Ediciones Rialp. ISBN 978-84-321-2790-8.

Fundamentos éticos de la bioética y otros ensayos (2006), Asociación Española Ciencia y Cultura.

Three lectures on physics and the universe (2005), Asociación Española Ciencia y Cultura.

Medieval christianity: its inventiveness in science and technology (2005), Asociación Española Ciencia y Cultura.

Ciencia, teología y Torres Gemelas: cuestiones candentes sobre islam y cristianismo (2004), Voz de Papel.

Stanley L. Jaki (1996). La Ciencia y la Fe: Pierre Duhem. Ediciones Encuentro.

Ciencia, fe, cultura (1990), Ediciones Palabra, S.A.

Ciencia y creación: Desde los ciclos eternos hasta un universo oscilante (1974), Publicaciones de Ciencia e Historia (Science History Publications).

 

Las obras de Jaki, están caracterizadas por su erudición, su rigor intelectual, su eficacia apologética y su fuerte crítica a las modernas ideologías incompatibles con la fe cristiana.

 

En sus dos libros más importantes, la Ciencia y la creación y el camino de la ciencia y de las formas de Dios, Stanley señala creencia en el Dios creador de la Biblia como el único factor que hace posible la ciencia moderna sólo en Occidente. Fundamenta esta tesis con una meticulosa investigación histórica.

 

Aunque Stanleyi escribió otras obras (La importancia de la Física; Cerebro, mente y equipos; la paradoja de Olbers la paradoja; La Vía Láctea: el difícil camino de la ciencia; Los Planetas y Planetarians), la Ciencia y la creación y el camino de la ciencia y de las formas de Dios son una clase por sí mismas. Estas obras son la formulación madura y completa de los fundamentos religiosos, las de convicciones filosóficas y su prodigioso conocimiento de la historia de la religión y la ciencia.

 

Como tales merecen admiración sin límites, y que contienen una gran cantidad de información útil y fascinante para los historiadores, filósofos de la ciencia y los científicos naturales (en particular, los físicos). Que son de fácil acceso a la educación laica.

 

Continuó y amplió los trabajos de Pierre Duhem (1861-1916). Este físico y filósofo de la ciencia sobre el nacimiento de la ciencia moderna y sus relaciones con la religión. Jaki afirmaba que en las grandes culturas de la antigüedad (Babilonia, Egipto, Grecia, Roma, India, China, etc.), la ciencia experimental no encontró un terreno propicio. Más bien, los escasos intentos de nacimiento acabaron en sucesivos abortos. Un factor determinante fue que, en esas culturas, se representaba la naturaleza como sometida a unas divinidades caprichosas, o se pensaba en ella de modo panteísta. Stanley examinaba esos problemas desde el punto de vista histórico y concluía que el nacimiento de la ciencia moderna sólo fue posible en la Europa cristiana, cuando se llegó a dar lo que llamaba la matriz cultural cristiana.

 

Era conocido Stanley por haber defendido que el teorema de Gödel es aplicable a las teorías deterministas del todo, que tendrían que elegir entre ser completas o internamente consistentes. Ha sido citado con frecuencia por los creacionistas, aunque sus posiciones no diferían en este tema en lo esencial de las de la Iglesia católica, muy alejadas del literalismo bíblico que el creacionismo de los protestantes fundamentalistas toma como punto de partida.

 

Tuvo en su haber diferentes Membresías:

 

Sigma Xi

Historia de la Sociedad de Ciencias

Olbers Gesellschaft (Bremen)

Sociedad Helénica de Estudios Humanísticos (Atenas)

Academia Nacional de Ciencias, Bellas Letras y Artes de Burdeos (membre corresponsal)

Pontificia Academia de las Ciencias (miembro honorario)

 

Jaki también mostró que los antiguos, ya sea en la India, China, Egipto. Azteca, Inca, Maya y las civilizaciones de América del Sur, Babilonia, y la antigua Grecia, destacado a veces muy sofisticados en observaciones de la naturaleza y el cielo estrellado, y prácticamente útil en las invenciones técnicas. Ni la falta de inteligencia, ni adversidades naturales (como el inclemente clima de Mesopotamia), ni invasión enemiga o guerras detuvo su progreso científico. En algunas ocasiones, sobre todo en la antigua Grecia, que avanzaban en un punto de vista utilitario no sólo tecnología, sino también en el pensamiento abstracto, como geometría euclidiana, y concretamente relacionados con las ciencias de teorizar. Sin embargo, incluso en Grecia se detuvieron en el umbral de la ciencia moderna. Incluso sus mejores pensadores, como Aristóteles y Platón, no siempre pueden hacer algo más que especular sobre un cambiante mundo animista.

 

Según algunos críticos, los escritos deStanley sobre historia de la ciencia aparecieron sobrecargados por una posición abiertamente apologética. El método apologético de Jaki combinó un acento científico a un enfoque doctrinal, con un método muy distinto de los de Teilhard de Chardin o Alfred North Whitehead. El estilo de Jaki era belicoso, y se mostraba sarcástico con los que no compartían sus puntos de vista y no pasaban la criba de su ortodoxia tomista.Trataba de oportunistas a los historiadores de la ciencia profesionales y descalificaba, aunque oblicuamente, a sus críticos, sobre la base de que su corazón está endurecido por el pecado original y sus mentes cerradas a las abundantes pruebas de la verdad del teísmo cristiano: «¿No hay algo de pecaminoso en que el intelecto humano elija ver ciertas cosas y ciertamente no otras?»

 

Por otra parte, como historiador de la ciencia, algunos críticos le reprochan que mostraba mayor interés en juzgar críticamente las posturas, que en fundamentar sus tesis en la reconstrucción de los hechos, en contra de lo que reclamaba, dedicándose más que nada a criticar a las «mentes descarriadas», como Bacon, Descartes, Hume, Kant, los idealistas alemanes, Comte, Mach, ... Especialmente desacreditaba a Darwin, a quien calificaba de mal informado porque no cree en Dios.

 

En relación a las fuentes sobre las relaciones entre el catolicismo y la ciencia en el siglo XVII, W.B. Answorth dice que las varias obras de Jaki, como Ciencia y creación, son «eruditas, informadas, pero tan sesgadas que resultan inútiles.»

 

Para encontrar la creencia metafísica, y el otro componente principal de los paradigmas, de investigación científica según Kuhn, habría sido fácil… y revelar… habría sido suficiente para hablar de una creencia, la creencia en un Creador personal racional. Esta creencia, como cultivada especialmente en una matriz cristiana, que apoya la opinión de que el mundo es una entidad objetiva y ordenada investigable por la mente porque la mente es también un producto ordenado y objetivo racional de la misma, es decir, perfectamente coherente Creador.

 

El principal defecto de su enfoque es su excesiva dependencia de la razón humana, a la que le asigna un papel cuasi autónomo al menos por implicación. Sin embargo, el alcance de su prodigiosa erudición histórica ampliamente las recompensas cualquier estudiante de su excelente trabajo, y expone con crudeza la falacia conceptual y efectos sofocantes de todas las cosmologías monista y panteísta.

 

 

LA INFORMACIÓN SE OBTUVO DE LAS SIGUIENTES FUENTES:

https://www.creationism.org/csshs/v09n2p17.htm

http://www.sljaki.com/

http://es.wikipedia.org/wiki/Stanley_L._Jaki

 

 

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