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http://estaticos02.elmundo.es/elmundo/imagenes/2005/04/17/1113765249_0.jpgANTONIO ROYO MARÍN O.P. (1913 -  2005)
TEÓLOGO Y PENSADOR CATÓLICO

 

Antonio fue un religioso dominico español. Influyente teólogo y moralista que conservó y compendió en muchas obras la enseñanza y la espiritualidad católicas, especialmente siguiendo la doctrina de santo Tomás de Aquino. Destacó por su sensibilidad e interés por acercar al hombre contemporáneo la tradición espiritual y teológica cristiana, lo que le hizo estar en constante diálogo con las preocupaciones del momento.
A partir de los cambios venidos en el Posconcilio, hubo de sufrir, como muchos religiosos, por su fidelidad a la Tradición de la Iglesia y de su Orden.
Antonio afirmó en alguna ocasión que: "Cuando el Papa define una verdad como dogma de fe (v. gr., la Asunción corporal de María) no crea un nuevo dogma. Simplemente, se limita a garantizarnos, con su autoridad infalible, que esa verdad ha sido revelada por Dios".
Posee en su haber numerosas e importantes obras:
El gran desconocido: El Espíritu Santo y sus dones. (2003).
Sentir con la Iglesia: la Iglesia de Cristo y la salvación eterna
 (2002). Los grandes maestros de la vida espiritual: historia de la espiritualidad cristiana.
 (2002). Doctoras de la Iglesia: Santa Teresa de Jesús, Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de Lisieux.
 (2001). Por qué soy católico: confirmación en la fe.
 (2000). Ser o no ser santo--: ésta es la cuestión.
 (2000). Catecismo de la doctrina cristiana.
 (1999). Alabanza a la Santísima Trinidad
 (1997). Santa Teresa de Lisieux: doctora de la Iglesia.
(1997). La Virgen María. Teología y espiritualidad marianas.
(1997). Teología de la salvación.
(1996). La fe de la Iglesia. Lo que ha de creer el cristiano de hoy.
(2008). Teología de la perfección cristiana.
(2007). Teología moral para seglares. I, Moral fundamental y especial.
(1995). Teología moral para seglares. II: Los sacramentos.
(1967). Espiritualidad de los seglares
 (1995). ¿Se salvan todos?: estudio teológico sobre la voluntad salvífica universal de Dios.
(1990). El rosario de María:: temas de meditación.
(1990). La caridad evangélica. Apostolado Mariano.
https://thumbnail.myheritageimages.com/498/521/172498521/000/000650_6557342ta00m645zt70833_C_192x256.jpg(1990). La Virgen María.
 (1990). Los mandamientos.
 (1988). Tu salvación. Apostolado Mariano. ISBN 84-7770-110-5.
 (1988). Teología de la perfección cristiana: resumen esquemático.
 (1988). La devoción a María.
(1987). Amarás al Señor tu Dios.
(1984). Una oración espléndida: elevación a la Santísima Trinidad
 (1981). El sacramento del perdón.
 (1977). Somos hijos de Dios: misterio de la divina gracia.
La vida religiosa.
 (1990). Dios y su obra.

 

Oriundo de Morella, España, era hijo de Antonio e Isabel y fue el tercero de siete hijos.

Cuando Antonio tenía 15 años, en 1928, toda la familia se trasladó de Morella a Madrid, instalándose en en una casa, desde donde se divisaba el convento dominicano y la Real basílica de la Virgen de Atocha. Apenas llegado a la capital de España formó parte de la “Unión Católica de Atocha” y fue testigo in visu de la quema y destrucción del convento y de la basílica.

Pro Ecclesia et Pontifice.jpg En 1936 por el simple hecho de ser entonces un joven laico cristiano comprometido, también sufrió sus consecuencias

En 1939 ingresó en la Orden de Predicadores, donde pronto destacó por sus cualidades intelectuales en los estudios de Filosofía y de Teología. En aquellos años, además del apogeo en vocaciones que caracterizó la posguerra, la formación de los dominicos era profundamente seria y de sólidas bases escolásticas: Santo Tomás era la luz clara que iluminaba a los jóvenes estudiantes y brillaba de un modo especial la reciente aportación doctrinal y espiritual de destacados frailes españoles de la Orden. En este ambiente de entusiasmo y de estudio, Fray Antonio fue ordenado sacerdote en 1944.

Antonio fue profesor en Salamanca, y tuvo algunos reconocimientos alcanzados tal es su nombramiento como Predicador General de la Orden, sin pasar por alto el que recibió del Papa san Juan Pablo II, la condecoración Pro Ecclesia et Pontifice.

La Historia de la Espiritualidad atrajo la atención de Antonio, que escribió una considerable obra de consulta, e incluso de lectura, como fue Los grandes maestros de la vida espiritual. Historia de la Espiritualidad Cristiana. Su aprecio por la aportación femenina a la espiritualidad católica le condujo a elaborar un estudio acerca de las Doctoras de la Iglesia. Doctrina espiritual de Santa Teresa de Jesús y Santa Catalina de Siena, al que más recientemente sumó el dedicado a Santa Teresa de Lisieux. Doctora de la Iglesia, y posteriormente quedó todo sintetizado en un volumen sobre las tres.

 

Antonio se refirió al infierno en una conferencia bajo el nombre de "El misterio del más allá", en el subtema "El castigo del culpable. Esta conferencia radial fue retrasmitida nacionalmente. Un fragmento dice así:

"No voy a invocar el testimonio de alguna revelación privada hecha por Dios a alguna monjita de clausura. Ni siquiera voy a alegar el testimonio de Santa Catalina de Sena o el de Santa Teresa de Jesús, a quienes Nuestro Señor mostró el infierno y lo escribieron después en sus libros de manera impresionante. Ni voy a citar, en pleno siglo XX, a los pastorcitos de Fátima, que vieron también, por sus propios ojos, el fuego del infierno. Personalmente yo estoy convencido de la verdad de esas visiones y revelaciones privadas que acabo de citar. Pero nuestra fe católica, señores, no se apoya en estos testimonios de personas particulares, aunque se trate de grandes Santos canonizados por la Iglesia. Nuestra fe se apoya, directamente, en un testimonio mucho más fuerte, mucho más inconmovible.

"Voy a deciros cuál es el gran testigo de la existencia y de la naturaleza del infierno. Os voy decir quién es. Trasladémonos con la imaginación a Jerusalén, en la noche del primer Jueves Santo que conoció la humanidad. Ante el jefe de la Sinagoga, reunida en Sanedrín con los principales escribas y fariseos de Israel, acababa de comparecer un preso maniatado: es Jesús de Nazaret. Y el jefe de la Sinagoga, o sea el representante legítimo de Dios en la tierra, el entonces jefe de la verdadera Iglesia de Dios –porque ya sabéis, señores, que el cristianismo enlaza legítimamente con la religión de Israel, de la que es su plenitud y coronamiento: no hay más que una sola Biblia, con su Antiguo y Nuevo Testamento–, el representante auténtico de Dios en la tierra se pone majestuosamente de pie, y, encarándose con aquel preso que tiene delante, le dice solemnemente: “Por el Dios vivo te conjuro que nos digas claramente, de una vez, si Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.” Y aquel preso maniatado, levantando con serenidad su rostro, le contesta: “Tú lo has dicho, Yo lo soy. Y os digo que un día veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo (Mt 26, 63-64).................

..............."Jesucristo tuvo la osadía de decir que era el Hijo de Dios, pero lo demostró de una manera aplastante y definitiva. El mismo Dios se encargó de confirmarlo desde el cielo, cuando en el momento del bautismo de Jesús se abrieron los cielos y se oyó la voz augusta del Eterno Padre, que exclamaba: “Este es mi Hijo muy amado, en el que tengo puestas mis complacencias”. (Mt 3, 16-17).

http://cloud2.todocoleccion.net/libros-segunda-mano-religion/tc/2011/07/19/26056154.jpgPues bien: ese que es el Hijo de Dios, ese que ha venido del cielo y sabe perfectamente lo que hay en el otro mundo, ése nos dice veinticinco veces en el Evangelio que existe el infierno y que es eterno, que no terminará jamás. “Que venga alguien del otro mundo a decirlo”. ¡Ya ha venido! Y nada menos que el que dijo y demostró que era el Hijo de Dios. ¿Comprendéis ahora la increíble insensatez de la carcajada volteriana negando la existencia del infierno? Las cosas de Dios son como Dios ha querido que sean, no como se les antojen a los incrédulos".

 

 


http://www.heraldosdelevangelio.cl/Paginas/15/imagem/imagem152_03.jpg

El domingo 17 de abril de este año de 2005 falleció Antonio en Pamplona a los 92 años de edad. Aunque pertenecía a la Comunidad de Nuestra Señora de Atocha de Madrid, se hallaba en el convento dominico de la ciudad navarra desde quince días antes, con el fin de recibir la asistencia médica necesaria para su enfermedad, de tipo cardíaco.

 

TOMADO DE:
http://es.catholic.net/op/articulos/22758/p-antonio-royo-marn-op-una-estrella-en-la-tradicin-dominicano-tomista.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Royo_Mar%C3%ADn
http://www.catolicidad.com/2012/08/trascendentes-reflexiones-del-padre.html


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